viernes, 30 de julio de 2010

Welcome, Mr. Obama



Por mucho que cambiemos de siglo y de idioma en la cartelería, seguimos siendo igual de catetos. De Bienvenido Mr. Marshall a Welcome Mr. Obama... o mejor aún, Obama Family, como reza el ruborizante cartel colocado ya en Marbella para dar las gracias a los Obama por elegir la Costa del Sol para sus vacaciones. Seguimos siendo lameculos y tirando a catetorros. Estas cosas sólo pasan en España.

Si hay que dar las gracias porque te elijan para veranear es porque, seguramente, bien poco mereces que te elijan. Más propio sería, en cambio, que el que venga a pasar sus vacaciones sea quien piropeara el sitio. Pero, ¿al revés? Tengo la sensación de que por más que pasen los años y por más que sepamos chapurrear el inglés, la mentalidad pueblerina no la hemos cambiado.

VÍDEO CON ALGUNAS DE LAS MEJORES ESCENAS DE BIENVENIDO MR.MARSHALL

¿Problemas?

Expertos en cortinas de humo y en desviar la atención de lo verdaderamente importante para el ciudadano de a pie. En inventarse problemas. En eso, tristemente, suelen convertirse los politicastros que desfilan por nuestros parlamentos y salones de plenos. Expertos en hacer cuestión de Estado de cosas que la gente del Estado nunca se ha cuestionado. Así ha ocurrido con la polémica de los toros, que está copando portadas y artículos (incluido uno de este blog).

Y pregunto yo, ¿realmente eran las corridas de toros de Cataluña un problema? ¿O tal vez es que al problema que hay que atajar y que a la gente preocupa no saben por dónde meterle mano? Que se lo pregunten a tantísimos parados como tenemos haciendo cola, a ver qué les contestan. A ver cuál es su problema.



Viñeta de Martínmorales, publicada en el ABC del Viernes 30 de Julio de 2010.

De arte, de cultura y de tortura

Esto no es arte ni cultura....



Pero esto, sí...



Casos como éste demuestran que eso de " la defensa del animal" poco tiene que ver en la toma de decisiones de los políticos. Si no tienen entrañas con los hombres ¿cómo iban a tenerla con los animales? Demuestran una vez más que sólo se deben a intereses partidistas y al fin manipulador del nacionalismo más intolerante y trasnochado.

Siguen jugando ese papel de seres moralmente superiores. Y bien que ganan la batalla. Cada vez menos gente alza la voz, por miedo a la disidencia. Por miedo a ser diferente. Así es nuestra democracia. La única y verdadera torturada.

lunes, 26 de julio de 2010

Lo que da de sí una noche

Días de verano. Días de supuesto relax, que para el chipionero en muchos casos es todo lo contrario. Lo encaré -el verano- con ganas de leer y releer, ver buen cine y dedicar un poco de tiempo a escribir. Los días van cayendo, las hojas del calendario vuelan. Y mis buenos propósitos se van tras el papel, como persiguiéndolos. Buscando que el tiempo regrese y dé una tregua para emplearlo de nuevo en esas actividades que cultivamos en solitario y casi de manera egoísta.

Los días van transcurriendo y casi no me ha dado tiempo a pensar, ni a escribir. He disfrutado, eso sí, de buena compañía y buenos momentos. Y he llegado todos los días a la cama sabiendo que mi tiempo estaba bien invertido. Pero con esa sensación de que el día se ha ido demasiado pronto y que se debería poder parar el tiempo y hacer esas otras cosas que a la mente inquieta siempre le apetecen y que en los días ajetreados no le da a uno lugar.

Mientras los días vuelen, nos quedarán las noches. La mayoría han sido de juergas, guitarras, bares o paseos junto a la playa. Noches que dan mucho de sí. Como ésta misma, en que me he reencontrado con la escritura y en la que he vuelto a disfrutar pensando. Y escribiendo lo que pienso. ¡Hay que ver, lo que da de sí una noche!

Una democracia muy nuestra

Es que somos así de especialitos. Hasta la democracia la hemos hispanizado. Olé por nosotros. Y hecho más andaluza, y más gaditana y más chipionera y más de dondeustéquiera. Seguimos llenándonos la boca con palabras que ya suenan vacías de tanto usarlas y en cuyo fondo no creemos.

Me sigue produciendo náuseas escuchar hablar de democracia y libertad de expresión, en un país que será libre y democráta sobre el papel. Pero en la calle, lo cierto es que cada uno de nosotros seguimos siendo auténticos censores y existe mucho odio cainita al que piensa distinto.

Estamos a la que salta. Y cuando al que piensa de manera distinta a nosotros podemos hundirlo (si es una amenaza para la hegemonía de una ideología, un partido o un buen puñado de euros mangoneados), no lo dudamos un momento. Aquí eso del consenso, el entiendimiento y el ponerse en el lugar de el otro es algo que quedó hace tiempo para la pose y la galería de unos cuantos. Pero en la realidad, nada de nada (o poco poquito, Paquito).

En fin, ¡qué pena que hasta a la democracia la hayamos hecho tan nuestra!

Perdónenme el atrevimiento

Verba volant, scripta manent, decían los latinos. ¡Y vaya si llevaban razón! Escribir sabiendo que lo que escribes es una huella imborrable, como una cicatriz que te va a acompañar para el resto de tu vida (para bien o para mal), lleva a que cualquiera con dos dedos de frente se plantee si escribir o no escribir. Al menos, si escribir o no escribir cosas verdaderamente importantes, de las que a uno le hierven la sangre y le corroen el alma.

Si reflexionas en voz alta y tienes una conversación mientras tomas una copa, de esas que sólo pueden hacerse en el sitio adecuado y con la persona adecuada, sanas tu alma. La renuevas. Te reconfortas. Y normalmente, adquieres conocimiento a la vez que lo entregas. Te abres de par en par y salen palabras y sentimientos a la vez que entran otros. Pero nada permanece. En cualquier caso, permanece en el recuerdo y el recuerdo es selectivo. Y caduco.

En cambio, escribir es jugar con la inmortalidad. Con lo divino. Y eso, para el humano siempre es peligroso. Porque los dioses saben lo que piensan y están seguros de ello. Y los humanos, débiles e ignorantes como somos, jamás estamos seguros de lo que pensamos. Y el que lo estuvo, te lo ves dando pasos atrás y desdiciéndose de lo dicho pasado un tiempo.

Nuestro pensamiento es fruto de un tiempo y un momento. Por eso, a veces, uno lee lo que escribió cierto día y no se reconoce del todo. Al menos, tiene claro que no escribiría eso ahora. Sin embargo, lo escrito pasa a la posteridad como un testamento firmado con nombre y apellidos.

Si lo pensamos fríamente, tal vez, lleguemos a la conclusión de que no vale la pena escribir. ¿Para qué? ¿Y si mañana no estoy de acuerdo con lo que he dicho hoy?

Pese a todo, yo hoy voy a decir que merece la pena escribir. Y entiéndanme, que lo digo hoy. Perdónenme el atrevimiento. Que lo mismo mañana voy y me arrepiento.

domingo, 18 de julio de 2010

El disfraz del éxito

Como siempre los políticos se han puesto a la cabeza del oportunismo y de aprovechar la coyuntura. Ahora les ha dado por hablar en el argot futbolístico y andar haciendo comparaciones con Del Bosque, Iniesta, Torres o "el espíritu de la Roja" según convenga. Debe ser denigrante para estos héroes nacionales, que los villanos patrios hagan ese vil uso de su nombre en pos de sus propios intereses.

Qué poquita gracia le estará haciendo a Vicente estar en boca de esa clase de politicastros que nos gobierna o que aspira a gobernarnos. De toda esa fanfarria insulsa e inepta que hemos ido alimentando y que está dispuesta a todo por llegar y/o mantenerse en el poder. De toda esa gentuza de tan poco fondo intelectual y político que sólo les queda recurrir a otros ámbitos y a otras gentes que están teniendo éxito para ganar algo de crédito. Y para mantenernos engañados y distraídos de sus planes (si es que tienen algunos) otro poquito más.

En cualquier caso, por mucho que quieran convertirse en adalides de la humildad de Del Bosque, del infortunio de Torres o de la capacidad redentora de Andrés Iniesta a muchos ya no nos engañan. Al menos a mí. La ineptitud y el más hondo fracaso social e intelectual no pueden ocultarse. Por más que se esmeren en ponerse el disfraz del éxito, aunque la mona se vista de seda...

lunes, 12 de julio de 2010

A rebalaje

A rebalaje. Así vuelvo a orillas de este blog. Medio desorientado, sin sentido, aturdido por ese maremoto de acontecimientos y emociones que se ha sucedido en el último mes y que tuvieron ayer noche su punto culmen con la coronoación de la selección española como reina del mundo del fútbol.

Así pues, y con la resaca de ayer me dispongo a retomar la vida que tuviera este blog. Después de este tiempo de marejada de exámenes y "marea roja" vuelvo a poner mis pies en tierra firme. Que no sólo de fútbol y evaluaciones vive el hombre (ni el estudiante).

Que estamos de enhorabuena es cierto, pero no voy a ser yo quien lo repita. Ya se está escribiendo, diciendo y emitiendo bastante sobre la gesta que hemos conseguido. El momento histórico lo vivimos los españoles de una manera muy intensa y hasta el que menos profesaba la religión del fútbol se ha convertido (por un día, no confundamos) a feligrés de esta selección que imparte doctrina en materia de balompié.

A rebalaje también debió salir algún día el pulpito Paul, que no veas el juego que ha dado. Va a resultar ahora, que le debemos el Mundial a un cefalópodo. Yo prefiero tomármelo a risa, pero la tabarrita que nos han dado con el dichoso pulpejo hacía que a uno le entraran ganas de verlo a la gallega y con sus buenas papitas.

Por si fuera poco, ahora dicen que quieren hacerlo bético y que hay un ex-consejero, Francisco Nuchera, dispuesto a pagar cuarenta mil euros por él. Casi ná. Supongo que todo esto, forma parte del circo mediático y que con algo tendremos que entretenernos.

Mientras, yo vuelvo como el pulpo a orillas de este blog. Y como todos esos, que han amanecido en las playas de Chipiona y de tantas ciudades (fuentes en su defecto) después de la agitación que la "marea roja" provocó anoche. A rebalaje.