lunes, 18 de abril de 2011

Cuando la honradez no vale un carajo


Cosa de otros tiempos. Concepto viejo y anticuado. Carca, retrógrado que dirán algunos. En eso hemos convertido el concepto de honradez. Ya no se lleva, pasó de moda. Ahora triunfan esos lameculos de salón, esos listillos de trajechaqueta. Esos correveidile que se la acaban llevando caliente a final de mes. Venden su dignidad y su honradez. Ahora le llaman ética profesional y le ponen códigos deontológicos y otras vainaes por el estilo. La honradez no tiene manuales. Se aprende en casa, en la calle y en la escuela. Se tiene o se tiene. No se debe comerciar con ella como vilmente estamos haciendo (y dejando hacer).

Lo que antes era ser honesto, ahora es ser tonto. Es la crueldad y la crudeza del lenguaje que usamos. Y el lenguaje, que tan inocente parece, nos deja el alma desnuda. Con todas las verdades al descubierto. Al honesto ahora, primero lo tachan de tonto y, si así no acaban con su honestidad, lo acusan y se enfrentan con él, le montan un pollo del quince y lo sientan en un tribunal. Lo mejor de todo es que al final, suele acabar pagando. Por honesto y por tonto. Esta es la sociedad que estamos creando. Así nos va a nosotros y a nuestra democracia. Pero yo me resisto. Me resisto a darme por vencido y a renegar de la honradez. Llámenme ingenuo. Llaménme romántico. Pero voy a creer en la honradez. Esa palabra noble y sonora. Esa mirada de frente que ya no se lleva. Creo en la honradez ahora que nadie quiere creer en ella. Cuando la honradez no vale un carajo.



PD: Ilustro la entrada con una genial viñeta de El Roto (El País). Aunque no es la única que aborda este tema de la honradez. De hecho, otra que trataba el tema de la honestidad (colgada en Facebook por nuestro amigo Juan Mellado para abrir el debate) me fue llevando a alguna de estas reflexiones. Un saludo también para él y, de paso, para todos los que aún tienen la honradez en su vida y su palabra.

3 comentarios:

  1. La honradez se cotiza poco en bolsa apesar de su escaze, pero siempre queda por ahí personas que valoran su peso en oro, también te digo que aún quedan "romanticos" no desesperes y deja que te llamen tonto, algún día los tontos gobernaran el mundo ahora los hacen "Los listos" un saludo "Guerrillero".

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  2. Unos versos de Cernuda:
    Gracias, Compañero, gracias
    por el ejemplo. Gracias por decirme
    que el hombre es noble.
    Nada importa que tan pocos lo sean:
    uno, uno tan solo basta
    como testigo irrefutable
    de toda la nobleza humana.

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  3. Me alegro Cristóbal, me alegro que gracias a esa renuncia estoica hayas renovado la fuerza que estaba perdiendo. Ahora me toca devolverte la pelota (sin infracciones :P) diciéndote que creo que puedes contar con un honrado y tonto más en el mundo, en la calle.

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