viernes, 1 de abril de 2011

Somos arena


Porque somos así. Pequeños e insignificantes granitos de arena, perdidos entre la inmensidad de la transitada playa de la vida. Eternas partículas de un paraíso terreno que se torna en condena o en gloria según le venga en gana. Partículas diminutas y hacinadas como obrero en la periferia. Dorados y tostados como la piel del campesino. Rebelde con el levante, y deleite y azote del veraneante. Somos arena y sabemos que nuestro destino es que un día nos trague la marea. Entonces, seremos mar. Como diría Alberti: "el mar, la mar, sólo la mar".

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