sábado, 23 de abril de 2011

Gutenberg vive bajo un balcón

Muchos lo daban por muerto. No corren buenos tiempos para las letras, pero Gutenberg se resiste a morir. Bajo un balcón, intuí que aún seguía vivo. En una taberna, bajo un balcón se refugia y ahoga en alcohol sus penas. Bebe para olvidar. Cada vez se lee menos, el papel dicen que no será pronto más que un fósil de la historia y el estímulo de la pantalla vence a la imaginación de aquellos viejos libros que ahora se apolillan y se llenan de polvo. En medio de la tempestad, Gutenberg aguanta. Como esperando el momento adecuado para volver. El momento en que el hombre se de cuenta de que sin Gutenberg somos más insulsos. Él aún no ha dicho su última palabra. Mientras, apura su última copa.

1 comentario:

  1. Te he leido sin saber quien eras, te he conocido y se de tu juventud, asi que ahora mi admiración por tus articulos es mayor, tienes buen criterio, elije bien los temas y te espresas con madurez. Casualmente en la foto que pones esta mi casa de Arcos, la de la fachada de piedra. El bar lo frecuento, fue una antigua imprenta, Sole su dueña y conocida es mi vecina.Suelo pasar temporadas y fines de semana en ese entorno, cuando quieras puedes pasarte a tomar una copa por casa, te gustara conociendo tu sensibilidad. (Lo hago estensible a mis apreciados y amigos Marti y Cristobal). Esaú.

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